El pasado viernes, 20 de abril, el ayuntamiento de Nava del Rey, sacaba a licitación pública, por segunda vez en menos de un mes, el bar de la casa de la Pradera, en las instalaciones deportivas de Nava del Rey.
Y lo curioso del caso, no es que haya sido adjudicado a la misma persona en ambas ocasiones, puesto que ha sido la única que se ha presentado a la 2ª subasta, sino que la curiosidad reside en que, el ayuntamiento ha perdido para sus arcas municipales casi 400 euros, que ha sido la diferencia a la baja que se ha producido entre cada una de estas subastas.
El equipo de gobierno popular, como pregonaba a lo largo de la campaña electoral del pasado año, [con el objetivo de captar votos], tenía la intención de acabar con el sistema que existía para gestionar la casa de la Pradera, bar del recinto deportivo, y de paso recaudar dinero para las arcas municipales.
Así, a la primera ocasión que han tenido, han llevado a cabo esta subasta del bar. Esta medida, razonable a todas luces, puesto que al igual que en otros casos [bar de las piscinas, bar de la Casa de Cultura...], se sacan a subasta, no parecía muy lógica la situación anterior donde una persona la tenía en una especie de"usufructo", en unas condiciones, según parece, más que ventajosas.
El pasado mes de marzo, el alcalde promulgaba un bando en el que se sacaba a licitación pública el bar de la Casa de la Pradera. El mismo alcalde, en sus círculos más próximos aseguraba que esta decisión, se llevaba a cabo debido a "la numerosa demanda ciudadana existente", para hacerse con estos servicios.
Sin embargo, llegado el momento de la apertura de los sobres de la subasta, la demanda había quedado reducida tan sólo a dos solicitudes. La subasta comenzaba en 2000 € y fue adjudicada por un total de 2409 €.
Una vez finalizado el proceso, y ante las quejas que muchos ciudadanos, incluida la persona adjudicataria, respecto del horario de cierre del establecimiento [establecido por el alcalde a las 20:30 horas], el alcalde, declaraba, incluso en un Pleno que ese horario era sólo "un mero formalismo", pero que, luego podría abrirse en un horario más amplio.
Estas declaraciones, provocaron el total rechazo de muchos vecinos que han comentado la irregularidad que quería llevar a cabo el ayuntamiento, llegando incluso a rozar la "prevaricación", puesto que esta modificación del pliego de condiciones, suponía una modificación sustancial del mismo, lo cuál suponía que ese pliego y adjudicación podrían ser "ilegales".
A partir de este momento, debido a las quejas de la persona adjudicataria y siendo conscientes de la metedura de pata por parte del Ayuntamiento, desde el equipo del Alquimista del Rancio, hemos tenido constancia de las insinuaciones y de las presiones recibidas por el adjudicatario, de parte de miembros del equipo de gobierno, hasta que finalmente, éste decidió renunciar a la concesión del bar.
Pero la cuestión no acababa aquí. Al día siguiente de esta renuncia, el alcalde promulgaba un nuevo bando en donde volvía a sacar a subasta el bar de la Casa de la Pradera, en las mismas condiciones que la vez anterior, a excepción del horario de cierre, ampliándolo hasta las 23:00 horas, y lo hacía con una cantidad de salida, igual que en la primera ocasión, por un importe de 2000 €.
Finalizado el plazo para presentar las solicitudes, el pasado viernes, 20 de abril, se hacía público el edicto en el que se otorgaba el bar de la casa de la pradera a la misma persona que en la primera subasta, y ahora, por un importe de 2009 €, esto es, 392 € menos que en la primera ocasión.
La conclusión que podemos sacar de todo este tema es que, el principal responsable de todo este embrollo ha sido el alcalde, quién ha demostrado tener un total desconocimiento, ya no sólo del pliego de condiciones que firmó, sino también de la ley de adjudicación de contratos públicos, porque ha llegado a hacer comentarios próximos a la "prevaricación".
Desde el equipo del Alquimista del Rancio, no entendemos como alguien que dice "trabajar el triple por su pueblo", alguien que tiene 6 horas diarias de dedicación a cargo del Ayuntamiento, no es capaz de conocer las condiciones de esta licitación, y pretende, incluso, saltarse la ley.
Y este desconocimiento, se hace extensible a todos los miembros del equipo de gobierno, ya que entre todos, nadie ha sido capaz de darse cuenta de este "error", error que ha supuesto la pérdida de 392 € para el consistorio.
Así, a la primera ocasión que han tenido, han llevado a cabo esta subasta del bar. Esta medida, razonable a todas luces, puesto que al igual que en otros casos [bar de las piscinas, bar de la Casa de Cultura...], se sacan a subasta, no parecía muy lógica la situación anterior donde una persona la tenía en una especie de"usufructo", en unas condiciones, según parece, más que ventajosas.
El pasado mes de marzo, el alcalde promulgaba un bando en el que se sacaba a licitación pública el bar de la Casa de la Pradera. El mismo alcalde, en sus círculos más próximos aseguraba que esta decisión, se llevaba a cabo debido a "la numerosa demanda ciudadana existente", para hacerse con estos servicios.
Sin embargo, llegado el momento de la apertura de los sobres de la subasta, la demanda había quedado reducida tan sólo a dos solicitudes. La subasta comenzaba en 2000 € y fue adjudicada por un total de 2409 €.
Una vez finalizado el proceso, y ante las quejas que muchos ciudadanos, incluida la persona adjudicataria, respecto del horario de cierre del establecimiento [establecido por el alcalde a las 20:30 horas], el alcalde, declaraba, incluso en un Pleno que ese horario era sólo "un mero formalismo", pero que, luego podría abrirse en un horario más amplio.
Estas declaraciones, provocaron el total rechazo de muchos vecinos que han comentado la irregularidad que quería llevar a cabo el ayuntamiento, llegando incluso a rozar la "prevaricación", puesto que esta modificación del pliego de condiciones, suponía una modificación sustancial del mismo, lo cuál suponía que ese pliego y adjudicación podrían ser "ilegales".
A partir de este momento, debido a las quejas de la persona adjudicataria y siendo conscientes de la metedura de pata por parte del Ayuntamiento, desde el equipo del Alquimista del Rancio, hemos tenido constancia de las insinuaciones y de las presiones recibidas por el adjudicatario, de parte de miembros del equipo de gobierno, hasta que finalmente, éste decidió renunciar a la concesión del bar.
Pero la cuestión no acababa aquí. Al día siguiente de esta renuncia, el alcalde promulgaba un nuevo bando en donde volvía a sacar a subasta el bar de la Casa de la Pradera, en las mismas condiciones que la vez anterior, a excepción del horario de cierre, ampliándolo hasta las 23:00 horas, y lo hacía con una cantidad de salida, igual que en la primera ocasión, por un importe de 2000 €.
Finalizado el plazo para presentar las solicitudes, el pasado viernes, 20 de abril, se hacía público el edicto en el que se otorgaba el bar de la casa de la pradera a la misma persona que en la primera subasta, y ahora, por un importe de 2009 €, esto es, 392 € menos que en la primera ocasión.
La conclusión que podemos sacar de todo este tema es que, el principal responsable de todo este embrollo ha sido el alcalde, quién ha demostrado tener un total desconocimiento, ya no sólo del pliego de condiciones que firmó, sino también de la ley de adjudicación de contratos públicos, porque ha llegado a hacer comentarios próximos a la "prevaricación".
Desde el equipo del Alquimista del Rancio, no entendemos como alguien que dice "trabajar el triple por su pueblo", alguien que tiene 6 horas diarias de dedicación a cargo del Ayuntamiento, no es capaz de conocer las condiciones de esta licitación, y pretende, incluso, saltarse la ley.
Y este desconocimiento, se hace extensible a todos los miembros del equipo de gobierno, ya que entre todos, nadie ha sido capaz de darse cuenta de este "error", error que ha supuesto la pérdida de 392 € para el consistorio.
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