La frase con la que damos inicio a este artículo refleja el sentir de gran parte de los ciudadanos de Nava del Rey, quienes, tras involucrarse muchos de ellos de forma más o menos religiosa durante más de medio siglo en la Semana Santa, han visto como, este año, nada de todo lo realizado anteriormente parecía tener ningún sentido ni trascendencia, y la Semana Santa ha sido totalmente trasformada [dice el refrán que toca todo para dejarlo todo igual, y creerás que todo es nuevo] y convertida de manifestación religioso-turístico-cultural, a casi en exclusiva, en un fenómeno de promoción turística y fundamentalmente, política.
Haciendo un repaso a la reciente historia de la
Semana Santa de Nava del Rey, extraemos que existen procesiones desde tiempos
más que pretéritos, y que, en cuánto al pasado más reciente, muchas de las 7
cofradías existentes en la ciudad, han cumplido ya sus bodas de oro desde que
fueran fundadas, allá a mediados de los años 50 del pasado siglo.
Durante
todo este tiempo, casi todos los navarreses en algún momento de su vida (niños,
jóvenes y adultos) se han dedicado, ya sea por devoción, por compromiso, o
simplemente por afición a promocionar la semana santa navarresa, participando
de las cofradías, desfilando en las procesiones o simplemente ayudando al
mantenimiento de las hermandades locales.
Toda esta participación ciudadana se ha visto
apoyada de forma excepcional en el magnífico patrimonio imaginero que presenta
la Semana Santa de Nava, con obras de
grandísima calidad, todas las que desfilan y muchas otras que no lo hacen, caso
del Cristo del Perdón, quién excepcionalmente, procesionó en el año 2009, pero
que hacía ya muchos años que no lo hacía, ni lo ha vuelto a hacer.
Esta semana de pasión es, sin duda, el momento
del año en el que mayor cantidad de navarreses se concentra en la localidad;
son fechas de vuelta al hogar de los muchísimos navarreses repartidos por toda
la península. Son fechas en las que los navarreses se echan a la calle para
disfrutar de su Semana Santa, de pasos y de cofradías, todos en unión.
Es un momento en el que se produce la perfecta
armonización entre los sentimientos religiosos, con los sentimientos culturales
y artísticos que también aparecen en estas fechas.
La promoción
y divulgación de la Semana Santa de Nava siempre ha sido dirigida por el
párroco y la Junta local de Semana Santa,
formada por representantes de todas las cofradías, y siempre de manera
conjunta al apoyo institucional del ayuntamiento .
Sin embargo, todo lo expuesto hasta el momento
se ha visto enturbiado este año por el afán personalista y de protagonismo
adquirido por el ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, quiénes han asumido
la promoción de la Semana Santa con tanto interés y dedicación, [como una forma
de justificar su trabajo, ante la falta de proyectos relevantes para el municipio],
que muchos llegamos a confundir la
finalidad y el ámbito de trabajo instituciones
La Semana
Santa, siempre ha sido una manifestación religiosa, dirigida y coordinada por
la Iglesia, hasta que este año, los poderes políticos y turísticos se han
apoderado de ella.
El ayuntamiento siempre debe apoyar y colaborar con todo lo que suceda en el
municipio, pero ¿Es misión de un ayuntamiento realizar labores de adoctrinamiento
y organizar manifestaciones religiosas? ¿No debiera dedicarse mejor a buscar
soluciones y proyectos que redunden en beneficio de los navarreses? Si pusieran
el empeño que ha puesto en la semana
santa en otras actuaciones, seguro que mejor iría a Nava del Rey.
De esta
forma, hemos asistido a como una de las manifestaciones del catolicismo por
excelencia, se ha convertido a nivel local, [con
el beneplácito de la Junta de Semana Santa , y fundamentalmente del párroco],
en un ejercicio dedicado a la propaganda, la parafernalia, el personalismo y el
autobombo del alcalde.
Resulta paradójico cómo la figura más
representativa de la religión cristiana navarresa, su párroco, se ha prestado a
un juego de propaganda y promoción ya no sólo de la semana santa, sino de
promoción personal.
Desde el
equipo del alquimista del rancio siempre hemos pensado que la religión no
debiera entender de colores políticos, que hay creyentes de todas las
ideologías, que la religión sólo
entiende de la integridad humana, pero
en el caso de Nava, la religión hace ya tiempo que se decantó abiertamente por un claro color y signo político.
Así, hemos convertido a la semana de pasión navarresa en cuál TOURNÉE, en la que el
Presidente de la Junta de Semana Santa actuaba a modo de subalterno del
principal espada, lugar que, en vez de
ocuparlo el máximo representante del catolicismo local, el señor CURA, este año
ha sido relegado del puesto por el
alcalde.
Incluso, la junta de semana santa local ahora
tiene representación política ya sea del alcalde, o del concejal del ramo, [dedicado
a la creación de banderines acordes para cada fiesta].
Hemos asistido a auténtica vorágine de entrevistas, reportajes, presentaciones,
promociones, etc… de la semana de pasión navarresa, pero todas ellas, sin duda
bajo las mismas características: faena de “aliño” del presidente y actuación
estrella del alcalde.
Todo este fenómeno semanasantero ha sido
utilizado políticamente, bajo el pretexto de conseguir una declaración de
Interés Turísitico Regional de la Semana Santa de Nava del Rey, y a ello, se ha
contribuido también desde otros organismos, con la presencia en las procesiones
del presidente de la Diputación Provincial de Valladolid, o incluso del
delegado territorial de la Junta de Castilla y León. Además todo ello ha sido
aderezado con la constante visita de los reporteros gráficos de medios de
comunicación afines a los gobiernos
regionales y provinciales que difunden lo que interesa y ocultan lo que
molesta.
Además, en
la procesión de este viernes santo, el sepulcro de Jesucristo no contó con la
custodia tradicional de la Guardia Civil, sino que fue custodiada por miembros
de una asociación, que nada tiene que ver, ni con Nava del Rey, ni con las
fuerzas de seguridad del Estado.
Hemos comprobado
como los gobernantes locales organizan procesiones inexplicables, (como la del
Sábado Santo), como las cofradías se
prestaban al juego, e incluso, las arcas municipales corrían con los gastos de esa INEXPLICABLE
procesión.
Hemos
asistido al desprestigio de las bandas de cofradías locales, quienes no pueden
participar en procesiones, para que otras sí lo hagan, y todo ello con el
consentimiento de los dirigentes de esas
hermandades.
Y para remate final de la Semana Santa, y para
que algunos lleguen a entender mejor
cómo entienden la Semana Santa los miembros de la Junta local y los gobernantes locales, programan un
concierto alternativo en caso de que se suspendiera la procesión general del
viernes. Este hecho, dice mucho del interés que tienen quienes dirigen las
riendas de la semana santa de Nava. Sólo turismo y marchas procesionales. Así
es como entienden la semana santa.
De esta forma ha transcurrido la semana santa de
Nava, entre la preocupación por el mal tiempo
y la presencia de lluvias que impidieran la celebración de las procesiones. Preocupación
general, pero con diferentes intereses para todos los estamentos organizativos.
Así mientras unos entienden la Semana Santa desde el respeto, desde la
religión, desde la fe, otros lo entienden desde el turismo, desde las marchas musicales
y desde la propaganda barata. Y todo ello acompañado de notas musicales y de
palmeros que han apoyado estas actuaciones.
En resumen, las conclusiones que desde el equipo
del Alquimista del rancio extraemos son las siguientes:
1º Nos parece perfecto que se respete la libertad de creencias de
cada cual pero no que el ayuntamiento aporte dinero a la iglesia, dinero
de todos, dinero público.
2º Con la excusa de promocionar la semana santa, hemos vivido un retroceso de más de treinta años. El engalanamiento de un edificio público es propio del catolicismo reaccionario y conservador, nuestros gobernantes locales obvian que en la Constitución se dice claramente que España es un país aconfesional. Ninguna confesión religiosa será tratada con privilegios.
3º En una situación de crisis como la actual, debieran evitarse gastos superfluos como estos, que sólo sirven como propaganda política y auto-imagen del alcalde.
Esta es la Semana Santa que quieren que nos
declaren “Fiesta de Interés Turístico Regional”.
Cómo solemos decir siempre para acabar nuestros
artículos, “Que cada uno saque sus propias conclusiones”.
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