En la mañana del pasado viernes 26 de Julio, hemos
recibido en los buzones o debajo de las puertas de nuestras casas una carta, no
sabemos de parte de quién-puesto que nadie la firma-, aunque sí podemos intuir
quien la manda, puesto que ha dispuesto a los empleados para el reparto , la cuál resulta poco menos que irrisorio, tanto la
lectura en sí, como el contenido de la .
Una carta con una mezcla de Sacristía, rancia
ideología, pseudocatolicismo y comunión, que no por ”vomitiva “ deja de llamar
la atención.
Es otra
muestra más, como ya hemos comentado en otras ocasiones, que nos enseña cómo cuando no se tiene suficientes
“arrestos” para dar la cara, se intenta poner de parapeto a “cuanta más gente
mejor”, para de esta forma, poder escurrir
el bulto y salir airosos de este bochornoso episodio.
Resulta poco menos que “vomitivo y empalagoso”,
muy del “pelotismo” actual que corre por
estos “lares”, la forma en la que algunos quieren ganarse el favor de los
vecinos, cuando no hace tanto, renunciaban de sus responsabilidades y para nada
querían saber, ni de los Santos Juanes, ni de Nava del Rey, ni de nada de nada.
DONDE NO
LLEGA LA VERGÜENZA
Y es que
hay que tener mucho estómago para ser co-partícipe de un intento de
“apropiación” tan sesgada y descarada como es el “panfleto” que hemos recibido
en nuestras casas.
¿Cómo puede alguien solicitar la ayuda a los vecinos para los
Santos Juanes, cuando durante mucho tiempo se han estado llevando a cabo
gestiones “a espaldas” de esos
ciudadanos de los que ahora se pide la colaboración?
Hay que tener muy poca vergüenza para pedir
ayuda a los vecinos a los que se les ha ocultado y negado la información que se
manejaba sobre lo que se iba a hacer en la Iglesia.
Hay que tener poca vergüenza para, después de
estar durante todo este tiempo pidiendo paciencia y calma a los vecinos, “ porque la Rehabilitación se iba a
conseguir” ahora se solicite el auxilio de la ciudadanía.
Hay que tener poca vergüenza para solicitar la colaboración “de nadie”, mientras
se ha estado “tragando” con todo lo que desde las estancias superiores-
eclesiásticas y políticas- se les ordenaba.
Hay que tener poca vergüenza, cuando en una
situación local como la actual, en la
que hay más de 200 desempleados, donde muchas familias no tienen recursos básicos,
para la educación de sus hijos, para comprar alimentos, etc… se pide
aportaciones económicas a los ciudadanos, al tiempo que se aceptan
las “migajas” que nos ofrecen las administraciones.
Hay que tener poca vergüenza para pedir ayuda a
los vecinos, cuando, al menos en los últimos años, nada se ha hecho desde la
parroquia en beneficio de la ciudadanía ni de los vecinos.
Hay que tener poca vergüenza para jugar con el
corazón de los navarreses y con los Santos Juanes.
Los Santos Juanes llevan en la vida de los
Navarreses, no sólo desde que se cerró. Han sido muchas las personas que se han
molestado y han luchado porque los Santos Juanes lucieran como merecen, y
casualmente, entre ellos no están casi ninguno de los que ahora piden ayuda.
Cuando hace casi 5 años se formó una PLATAFORMA PARA LA DEFENSA DEL
PATRIMONIO en Nava del Rey, muchas asociaciones, administraciones y
particulares formaban parte de ella, y lucharon para que los Santos Juanes
fueran rehabilitados como se merecían.
De esta plataforma, cuyos primeros pasos
fueron la colocación de cestas
anidaderas para las cigüeñas y la eliminación de los nidos del tejado de la
Iglesia y de la torre, el párroco actual no quiso participar, ni aportar cantidad económica alguna cuando desde el
ayuntamiento se le ofreció la posibilidad de retirar el nido del tramo final de
la torre.
EL ALCANCE
DE LA HIPOCRESÍA.
Y es que hay que tener mucho “cuajo” para ser
capaces de lanzar esta “epístola a los Navarreses según….”
y no ser capaces de recapacitar
sobre la situación en la que nos encontramos.
Hay que hacer un gran esfuerzo de hipocresía
para querer hacer ·”comulgar” a las asociaciones de Nava del Rey con estas
“ruedas de molino”.
Hay que ser muy, pero que muy “hipócritas” para utilizar este tema de forma cuasi-intimidatoria
con muchas asociaciones para que se
impliquen en este asunto, a sabiendas de posibles represalias en caso de no
adherirse a esta actuación.
Hay que
tener muy poco sentido común para que este asunto se haya convertido en
un tema de debate entre las asociaciones de Nava, creando en muchas de ellas,
un malestar y una tensión a todas luces innecesaria, y que nada tiene que ver
con el funcionamiento y el clima habitual
de las asociaciones. ES UNA FORMA MÁS [Y YA VAN VARIAS EN POCO TIEMPO] de
querer dividir al pueblo.
Hay que
ser muy hipócritas para pedir la ayuda de la ciudadanía sin antes haber movido
ni un dedo para exigir a las administraciones competentes que se comprometan a
llevar a cabo la REHABILITACÓN INTEGRAL DE LOS SANTOS JUANES, y no parches que
no hacen sino aumentar el problema.
Hay que ser hipócritas para aceptar la “chapuza”
de obra que se ha hecho, con el mero propósito no de que los Santos Juanes luzcan,
sino de apuntarse tantos personales.
Hay que ser muy manipuladores para querer vender
este parche como “una gran intervención”, y además, con un desconocimiento total del
proceso de selección de la empresa, ya que, [según hemos podido informarnos] se han
dejado de lado propuestas que incluían mejoras, como el retejo del tejado de la
iglesia, hecho que no se ha tenido en cuenta por los técnicos encargados de
supervisar el proceso, y que se lo han dado a otra empresa más “cercana” seguro a determinados intereses.
Hay que ser muy
hipócrita para pedir ayudas económicas a los vecinos, vecinos a los que se les
alquila locales y con los que no se tiene ningún tipo de consideración. Es sangrante pensar que estos señores cristianos y caritativos no ofrecen facilidades a una familia con dos niños pequeños para poder mantener un negocio, en un momento económico difícil, y, no obstante, tengan la poca ética de apelar a la conciencias de los demás para el tema del arreglo de la iglesia.
Hay que ser muy
hipócrita para hablar de que se ha trabajado por la Iglesia, cuando hemos
llegado a perder el sonido de parte de nuestro campanario y no se ha
recuperado, no llegando a saber en muchas ocasiones “¿POR QUÉ DOBLAN LAS CAMPANAS?
No queremos
desaprovechar este momento para “aprovechando la época de siega en la que nos
encontramos” hablar NO DE SIEGAS PERDIDAS, NO.
La Rehabilitación de los
Santos Juanes no es una siega perdida. Nunca,
mientras haya Navarreses que se impliquen y reclamen lo que le corresponde
puede ser una siega perdida.
Lo que ha pasado hasta
el momento con los Santos Juanes, ha
sido un verdadero caso de “ENGAÑO”,
por parte de los encargados en recoger la cosecha, quienes se ofrecieron a
trabajar para la recolección por un jornal más barato y por un mejor servicio y
al final, lo que ha sucedido es que, además de que eran malos segadores, han
hecho una mala labor, y encima se han quedado con parte del sueldo que hubo que
adelantarnos.
Esta es la realidad. Aquí
“ NO SE LLORA POR UNA COSECHA PERDIDA”,
sólo se solicita que se ejecute la [a modo de ejemplo agrícola]“PAC –correspondiente”,
ya que cuando se sembró, la administración nos la había concedido, y ahora nos la quiere
suprimir.
Esta es la realidad de
lo que sucede con los Santos Juanes; de
la hipocresía, las amenazas y la vergüenza de la que algunos se sirven para
–como allá por la Edad Media, - querer hacer ver a los vecinos que con una aportación
personal, estamos ganándonos nuestro “PEDACITO
DE CIELO… PAGANDO LA CUOTA MENSUAL”.
QUE CADA UNO SAQUE SUS
PROPIAS CONCLUSIONES.